La nueva apuesta de Daniel Ovadía (el prestigioso chef y dueño del Paxia en el Sur) Mora Blanca no estuvo a la altura del prestigio del chef, y sobre todo de los precios y puesta en escena pretenciosa.

No es que haya comido mal, sólo regular. Todos los platos de carnes que pedimos estaban secos: el pied de cochon, el cochinillo, los rollos de ternera. La pasta un poco mejor, pero no tenía cocción pareja. De base francesa, Mora Blanca intenta dar un toque algo mexicano a un entorno porfiriano.

El lugar es muy bonito y elegante. Mora Blanca ocupa una esquina, incluyendo nuevas terrazas, en el Centro de Diseño Alemán, uno de los edificios mas emblemáticos de Polanco (junto al Japonez). El marco es perfecto. Pero el servicio tiene un claro exceso de servilismo y sobre-atención, como si quisieran resaltar el punto que uno está en un restaurante «de lujo». Pero el mundo de hoy, en el que abunda mucho dinero de países, nacionalidades y tribus nuevas, el verdadero lujo es la discreción, lo exclusivo, lo no-barroco. Menos es mas, un concepto que en Mora Blanca no entendieron. Aunque tengo que destacar que cuando nos quejamos de los platos nos ofrecieron reemplazarlos por otros, de hecho nos enviaron uno gratis. Un buen gesto.

La carta de vino tiene demasiada presencia de vinos muy caros, con pocas opciones razonables por debajo de los MXP 900. Pero nuestro camarero sabía mucho de vinos, una verdadera rareza en México.

Una lástima, porque en principio todo estaba muy bien: chef, lugar y los platos como vienen descriptos en la carta. Por esta combinación, a priori, uno estaba dispuesto a pagar el precio. Quizás regrese a probar otros platos que también se veían muy tentadores: pescados y otros platos sin carnes rojas. Puede que sólo hayan tenido un mal día en la cocina.

Mora Blanca está en Emilio Castelar 135, y su teléfono es 5280 4358.