Venía muy tranquilo en el coche, disfrutando de un jueves de poco tránsito, sintonizando la radio (por Dios, no digan «el radio»), y en alguno de los programas salió alguien con quien me identifico, indignado porque un Secretario de Educación dijo en su discurso de presentación de una enciclopedia pública que «los jóvenes pueden accesar a ella para consultar…»
Siempre pensé que era un guerrero solitario y sin causa contra estas violaciones de lesa humanidad a los derechos esenciales del idioma, pero parece que hay esperanza.
Armemos un grupo (popular y democrático por supuesto) para erradicar estas otras palabrejas, cómplices en el genocidio del español de «accesar»:
- «dirigenciar» = dirigir
- «liderear» = liderar
- «recepcionar» = recibir
- «direccionar» = dirigir
- «negocía» = negocia
- …y siguen las firmas…
Aunque los creadores de esta lengua estén de capa caída, y que los adolescentes madrileños hablen peor español que los inmigrantes salvadoreños de Los Angeles (California), les pido algo de respeto para Cervantes, Lope y Quevedo.
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