No es novedad que los Peronistas defiendan a otros delincuentes, pero la presidenta Cristina Kirchner cometió un «sincericidio» hablando abiertamente en favor de las barras bravas del fútbol argentino.

 

Por qué?  Porque los usa para llenar estadios en actos políticos de gente rentada.  Porque los utiliza para amenazar y golpear a los opositores.  Pero sobre todo porque una gran cantidad de argentinos, sino la mayoría, tiene el cerebro quemado y cree que estos espectáculos de barras bravas son entretenimiento familiar y sano.  El peronismo nunca había alcanzado tan abiertamente una victoria: finalmente sometió a la mayoría a dos pasos atrás en la evolución, cada vez mas cerca de los simios, con perdón de los Gorilas, por supuesto.